CÍRCULOS

Me gustaría empezar mi entrada dándole las gracias a Mariló por crear un espacio tan chulo para compartir experiencias. Es una buena forma de saber de todos y, quizá, lo más parecido al primer recreo del lunes contándonos el fin de semana. Y, hablando de compañeros y amigos, ahí va una de mis primeras tardes en condiciones después de días queriendo volver al insti:

Primeras semanas de clase. Ciudad nueva. Gente Nueva. Espacios nuevos.

Todo eso de lo que taaantas ganas tenemos después de sabernos el pueblo de memoria, pero que, al principio, parece demasiado grande para ti.

“He conocido a mil personas estos días, pero aún no tengo un círculo de amigos “ era la frase que se repetía cada vez que hablaba con mis padres y me preguntaban por mis nuevos compañeros. No niego que me lo pasara genial, pero había algo que faltaba. (Bendita Cris y sus visitas a mi habitación a las doce de la noche para contarme exactamente lo mismo que pasaba por mi cabeza). “No sé si será cuestión de tiempo, si es que hay que echarme de comer a parte, o si es que de verdad no encajo” y así en bucle.

Y entonces es cuando la chica morena de la fila de atrás decide preguntarte sobre tu vida a la salida de clase, con la excusa de “tener un estuche parecido al suyo” (que parecerá una tontería, pero deberíais verlos. Mi madre los define como perroflaúticos, no digo más). Total, que después de media tarde hablando sobre gustos, viajes y música, llega el momento de tomarse una cerveza con ella y otras dos chicas. Y después del viernes y el sábado…

Domingo por la tarde. A las seis en Isabel la Católica. “Nos tomamos un té en el Paseo de los Tristes  y para casa, que hay que hacer cosas”:

  1. Te tomas el té
  2. “Damos un paseo rápido”
  3. Parada a escuchar a dos chicos silbando y tocando la guitarra

“Si os gusta, sentaos con nosotros”. El chico con pelasssso y moño te toca tu canción preferida. Llegan tres italianos con las pintas más indefinibles que he visto en mi vida. Una de ellos, con un abrigo a lo bolsillo de Doraemon, empieza a sacar cachivaches: goma de cerrar cajas de zapatos como trompeta, huevo hueco relleno de arroz como maraca, dos bolígrafos como mejor instrumento de percusión de la historia, etc., etc., etc. y empieza la mejor improvisación del milenio.

De esto, que pasa por allí una pareja paseando a su perro y se paran a escuchar. La mujer te cuenta que es cantante y su marido saxofonista, y así como quien no quiere la cosa se pone a cantar. (Si no llego a estar allí desde el principio hubiera pensado que llevaban meses ensayando la escenita)

Y ahora es cuando los dos chicos del principio dicen la frase de la noche: “hay micro abierto en la Tertulia” [La Tertulia es un bar a dos calles de nuestra casa en el que hay recitales de poesía, conciertos, etc. y que cada domingo deja el escenario abierto para todo aquel que quiera darse a conocer]… Y como una imagen vale más que mil palabras, aquí tenéis cómo terminó una de las tardes más mágicas del  tiempo que llevo en Graná :10422971_805936446184289_5152024492309430940_n

Deja que tus círculos se conviertan en espirales…

Paula Rodríguez.

2 comentarios en “CÍRCULOS

Deja un comentario